Hoy en día, no se puede hablar sobre los seguros de carga sin mencionar a las Institute of Cargo Clauses (ICC). Así es como se llama a un conjunto de normas creadas hace siglos para regular la contratación de pólizas para la cobertura de mercancía. La aplicación de esas cláusulas se ha hecho popular a nivel internacional para las operaciones de transporte de carga marítimo.
Las operaciones comerciales internacionales suelen involucrar cargamentos de gran valor. De hecho, la pérdida un lote podría poner en problemas económicos a las empresas involucradas en la operación. Si no se cuenta con un respaldo económico hasta se podría generar una crisis que lleve a la quiebra de esas organizaciones.
Es por eso que, la contratación de seguros para el transporte de mercancías es casi obligatoria. Como esos servicios son necesarios en todo el mundo se ha buscado una manera de crear reglas uniformes. Es importante que todos comprendan cuales son las situaciones y productos que abarca la cobertura.
Estas normas fueron escritas en Inglaterra, de ese no hay duda. Los padres de las cúselas inglesas eran miembros del Institute of London Underwriters (ILU). Esa era una asociación de aseguradores que tenía intención de buscar soluciones a problemas comunes. Su labor fue discreta hasta el fin de la segunda guerra mundial cuando empezó a cobrar importancia.
Desde esa época se fue trabajando para crear las reglas que hasta ahora se aplican a los seguros de carga. Aunque, recién en 1912 se publicaron las primeras clausulas destinadas a regular las pólizas para el transporte de mercancías. A esas reglas se las denominaba LAP y CA que tenían unas especificaciones similares a las ICC de tipo B y C.
Recién en 1964 es cuando se publicaron las cláusulas para la cobertura “A todo riesgo”. Ese fue en momento en que se completaron las normas que ahora conocemos como las Institute of Cargo Clauses. Las especificaciones de esas reglas fueron renovadas en 1982 donde pasaron a clasificarse en los tipos A, B y C. Esas normas se van actualizando cada cierto tiempo para adaptarse a su tiempo.
Son las siguientes:
Esta es la norma que aplica en los seguros a todo riesgo. Las pólizas de este tipo ofrecen la más amplia cobertura que existen para el transporte marítimo de carga. El precio de la prima que se paga también es el más elevado, por eso se recomienda para los cargamentos más valiosos.
Estos seguros tienen pocas exclusiones que se resumen en dolo, merma, defectos del embalaje, retrasos, guerras, motines y terrorismo. Se puede reclamar una compensación en cualquier otro caso que pueda dañar o destruir a la mercancía. Además, la cobertura se encuentra activa desde el momento que la carga abandona el depósito hasta que llega al lugar de destino designado.
Esta es una cobertura moderada, por lo que el valor de la prima también tiene esa característica. Se cubren los riesgos de mar en general como el fuego, explosiones, hundimiento, varadura, vuelco, avería gruesa, rayos y hasta erupciones. También, se incluye al barrido de la carga por acción de las olas, la entrada de agua de mar y la perdida de bultos durante la carga y descarga.
Por otro lado, este tipo de Institute of Cargo Clauses puede contratar solo sobre artículos determinados. Incluso, se pueden cobrar pólizas para una parte parcial de la carga. Gracias a eso se pueden establecer coberturas solo sobre los productos más valiosos.
Estas son las reglas que ofrecen la cobertura más limitada, aunque su valor es el más bajo. Eso significa que una gran parte del valor de la carga no se encuentra cubierto por el seguro. Cuando se contrata una póliza de este tipo se debe tener en cuenta que solo se pueden obtener compensaciones en casos específicos.
Solo el fuego, explosiones, hundimiento, varadura, vuelco, avería gruesa, rayos y hasta erupciones son las situaciones que justifican un reclamo a la empresa aseguradora. Este tipo de clausulas se suele aplicar sobre seguros de carga para envíos de poco valor.
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(Fuente: Internacionalmente.com, Instituto de Actuarios Españoles)
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